Anoche fui al cine a ver Rachel Getting Married, la última película de Johnathan Demme en la que invervienen Anne Hathaway (que como sea cierto el rumor y nominen a Pe por delante de ella es para hacérselo mirar a los miembros de la academia) y un sonriente Tunde Adebimpe, cantante de mis adorados TV on the Radio.
Tunde hace el papel de novio abnegado y futuro marido de Rachel (Rosemarie DeWitt en la foto) que en el momento de decir los votos, se saca de la manga esta versión a capella del Unknown Legend de Niel Young.
Preciosa. Vamos, que no entiendo como el resto de mujeres de la sala no le dieron también el sí quiero.
Yo siempre he dicho que soy más de canciones que de discos. Pero hay algunos álbumes en los que no destaca ninguna canción sobre el resto, que hay que escucharlos de principio a fin para realmente apreciarlos. Para mi, discos, por poner algún ejemplo, como OK Computer, Crooked Rain Crooked Rain o In an Aeroplane Over the Sea entran en esa categoría. Las canciones son parte de un conjunto y el disco no es simplemente un conjunto de canciones.
Lo mismo me ha pasado con Dear Science, lo nuevo de TV On The Radio. Hay que dejarlo desgranar todo su potencial poco a poco. Al principio, el single Golden Age me descolocó un poco. No era lo que esperaba, no era lo que aguardaba casi con ansia tras el Return to Cookie Mountain que me había enamorado hace dos años. Pero lo estaba escuchando aislado, casi huérfano. Faltaba algo.
Ese "algo" llegó con la primera escucha del álbum completo. Un disco que suena mucho más pop y a la vez, huele a funky, a hip hop y a guitarras agresivas. Desde la incial y contundente Halfway Home, donde las voces de Tunde Adebimpe y Kyp Malone están perfectamente engrasadas, hasta ese cierre, casi mágico, de la espectacular balada Lover's Day, diciendonos dulcemente que nos quieren llevar a casa, todo suena diferente y caótico, y a la vez, parece perfectamente ordenado.
Si tuviera, a la fuerza, que destacar algo serían las guitarras de Shout me Out, la emocionante Family Tree o la adcitiva Dancing Choose. Y las letras. Cargadas de un oscuro optimismo que atrapa.
Me quito el sombrero con la producción de David Andrew Sitek. No debe ser fácil tomar las riendas del disco de un grupo del que tu eres integrante y él lo ha manejado (al menos en lo que ha resultado final se refiere) perfectamente. Como el mismo dice: "Muchas bandas tienen cosas que decir, nosotros tenemos algo que preguntar". Será, claramente, uno de los discos del año.
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